lunes, 18 de abril de 2011

Se acaba un ciclo

Falta todavía un mes para el fin de cursos, y ya estoy empezando a ser una victima (cuasi esclavo) de la nostalgia. No es para menos, dado que llevo 12 años aqui, sin embargo, está llevandome a niveles casi enfermizos de tristeza y me llenan de un sentimiento de soledad inexplicable e inextinguible.


12 años con las mismas personas. 12 años de levantarme temprano, vestirme, ir a la escuela y encontrar al mismo grupo de personas, con las que, en la mayoria de los casos e invariablemente, jamás intercambié palabra, pero sabía que estaban ahí. Se sus nombres, conozco sus caras, reconozco sus voces, pero jamás sabré como es un Gatica salido de sus bocas. A ellos los extrañaré


12 años con los mismos amigos. Los tres gorditos en su momento, los tres dispersos ahora. Y sin embargo, tan cerca el uno del otro en nuestros interiores, a pesar de todo lo que nos separa en el mundo real. Porque sabemos muy bien que jamás dejaremos de ser esos tres que luchabamos por la alegría, y que, de maneras distintas, lo seguimos buscando, uno el aspecto social, el otro el aspecto más bien deportivo y un servidor, el aspecto más emocional. Y sin embargo, juntos los tres podremos ser uno cuando sea necesario, por lo cual, no los extrañaré. Los llevaré conmigo siempre dentro de mi


12 años rodeado de personas increibles que tocaron mi vida. Cada año cambiando en una inmensa espiral, todos dispuestos en mi vida para formar a la persona que soy, la peronalidad que me enorgullece y los hechos que me marcaron. Podría recitar cada uno de sus nombres, en una manera de agradecer, pero prefiero mantener ese sentimiento de discrecion y privacidad. Sin embargo, ellos han llenado mi vida de manera irremplazable, y no podré separarme de ellos, porque ellos me hicieron ser yo


12 años en los cuales aprendí de todo. Matematicas, Literatura, Historia, Geografía, Biología, Química, Física... y sobre todo, a vivir. Pronto se acabará ese ciclo. El ciclo de mi educación marista... Será duro. Ya lo es. Sin embargo, no es un ciclo que se cierre y se acabe el mundo, sino que se cierra para abrir más. Se viene la Universidad, mi vida laboral, y el resto de las cosas que planeo hacer con mi vida. Y no puedo estar cabizbajo y tristeando, porque entonces, no solo sufriré el final de esto, sino que seré incapaz de disfrutar lo que viene.


Con esto me despido. Adios y hasta siempre =D

1 comentario:

Anónimo dijo...

:D Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios.