viernes, 31 de agosto de 2012

Lo que escribo en una noche sin ti

Si bien siempre me he caracterizado por las altas dosis de melancolía que manejo día con día, estos últimos días han sido especialmente complicados. La soledad ha tomado mi corazón como rehén, y tuve que vender mi sonrisa al mejor postor en un intento vano para recuperarme. No sé cómo salir de este terrible círculo de tristeza, y extraño mucho la compañía de esas personas que antes fueran dueñas de mi sonrisa, y hoy ya no están, por la razón que sea. Por eso escribí este poema. Buenas noches.


Vivo en un mundo impuro, vivo en un mundo gris
La tristeza me llena, me destruye, me mata
Ya por más que peleo, no puedo ser feliz
Y camino las calles como una cucaracha

Yo deshecho a la gente, con sus falsas sonrisas
Sé que en cualquier momento la verdad mostrarán
Yo me alejo de ellos, como una eterna brisa
Pues no quiero dañarme, ni los puedo cambiar

Poco a poco me he vuelto solamente una sombra
Que vaga por el mundo, siempre solo en mi andar
Listo para que el mundo satanice mis obras
Y me exilie de todo lo que quiero evitar

Todo aquel que me mire fijamente a mi rostro
Descubrirá a la muerte con la forma de un ser
Pensará muchas cosas mientras corre del “Monstruo
Incapaz de apiadarse e incapaz de querer”

Pues mis ojos te gritan que me dejes a solas
Si es que acaso la muerte no quieres padecer
Incapaz de entender qué pasó en esas horas
En las que la esperanza pude por fin perder

Pero cuando estoy solo, alejado del mundo
Escondido en las sombras de mi oscuro rincón
Recupero ese brillo que perdí con los tumbos
Y recobro las luces que dejé para el Sol

Y recuerdo esas cosas que busqué cuando niño
Y que el mundo inclemente de mi mano robó
Y volviéndome humano, recupero el camino
Aunque sepa que el mundo sólo traerá dolor

lunes, 20 de agosto de 2012

Halagos y verdad

Empecé a escribir el seis de noviembre del 2006. Lunes. Nunca olvidaré ese día, y a pesar de todo, no lo cambiaría por nada. A partir de ese día, con mi primer poema, empezó una etapa de mi vida que sigue viva al día de hoy, cada día con mayor importancia.

Mis poemas fueran aumentando en lo que conoceríamos mis amigos y yo como "una progresión exponencial", o mejor dicho, de pocos a muchos rápidamente. Muy rápidamente. Tardé cuatro años en escribir los primeros cien, en lo que sería un inicio aparentemente lento, pero entonces, muchas cosas pasaron, y, en aproximadamente año y medio, escribí doscientos. Había días en los que escribía cinco. Había meses en los que no escribía ninguno. Y hoy, por fin, escribí el 300.

Cuando empecé, jamás hubiera podido imaginar que llegaría a este momento. Parecía un sueño incluso llegar a los cien. Y hoy, estoy aquí, compartiendo con ustedes mi poema 300. Espero hayan disfrutado este trayecto, conmigo, como lo he disfrutado yo con ustedes. Ojala continúen conmigo, aunque para eso, claro está, espero poder continuar con ustedes. Por lo pronto, disfruten este poema, titulado:

Halagos y verdades

Te intento halagar constantemente
Pero nunca lo puedo conseguir
Porque apenas me cruza por la mente
Y ya tienes de aquello como huir

Siempre tienes a todas mis palabras
Una forma de aquello revirar
De manera que nunca a ti te agradan
Y de nuevo lo tengo que intentar

Hay momentos en que de ello me rindo
Y desisto de decir la verdad
Que a tu lado, cualquier momento es lindo
Y me llenas de gran felicidad

Pero entonces te miro, tan hermosa
Y mi mente no cesa de gozar
Que no puedo evitar darte una rosa
Y unos versos con prisa a ti lanzar

Yo te dije todas esas palabras
No esperando tu corazón robar
Te las dije porque ellas son muy ciertas
Y en tu mente yo las quiero grabar

Hoy vacié toda gota que quedaba
En la fuente de “formas de halagar”
Pero antes, ya casi lo olvidaba,
Estos versos te voy a regalar

Solo espero que aquello que te he dicho
No lo ignores ni intentes olvidar
Más si aquello sucede, yo te aviso
Si te veo, los haré recordar