Los nervios no me dejan respirar en paz. Necesito
tranquilizarme.
No imaginaba que estaría tan emocionado. No planeaba
estarlo. Pero, ¿Cómo evitarlo? ¡Mi compañero de equipo fue Antonio! ¡Antonio!
No creo estar a su nivel, hoy menos que nunca, pero la emoción de estar a su
lado me prohibía pensar en otra cosa.
Abi y Félix estuvieron juntos de nuevo, lo cual no tiene
sentido para mí, dado sus resultados con el vínculo. Ambos equipos esperábamos
pacientemente nuestros enfrentamientos.
Veía como se iban los demás equipos, y empezaba a
desesperarme. No hablaba con Antonio, ni con nadie, sólo esperaba, listo para
entrar en acción en cuanto se me exigiera hacerlo.
Eventualmente, para el último enfrentamiento, nos
enfrentaríamos los últimos dos equipos: Antonio y yo contra Félix y Abi. Toda
la emoción que tenía minutos antes había ido desapareciendo, al tiempo que se
me hacía evidente lo que los instructores estaban planeando. Los cuatro mejores
participantes, en un enfrentamiento para determinar a los dos mejores.
Aunque yo no me siento todavía en las mejores
condiciones, estaba prácticamente seguro de que los favoritos éramos nosotros.
No estoy seguro que tanto han mejorado ellos dos, y no creo que Antonio resulte
ser un inútil si no tiene Alma, porque en los entrenamientos me pareció todo lo
contrario. Si yo estuviera en mi mejor nivel, fácilmente podríamos ser el mejor
equipo de los aquí presentes, pero ahora, no sé qué tanto sea así.
Antonio y yo no nos dijimos nada hasta que ya estábamos
arriba. Mi estrategia era entregar todo lo que me fuera posible sin sobre
exigirme, aún temeroso por la condición de mi cuerpo. Sin embargo, pocos
segundos antes de empezar el primer enfrentamiento, él volteó a verme, y aún
detrás de su susurro, pude escuchar la fuerza impositiva de sus palabras cuando
dijo: “Tú guía todo. Yo te sigo y apoyo”
Realmente, el escenario en mi cabeza siempre había sido
despegarme de él. Cada uno de nosotros por nuestro lado, intentando cumplir con
nuestros respectivos objetivos, de manera que nuestras habilidades particulares
nos sacaran adelante, más que nuestro trabajo en equipo. Sin embargo, a lo
largo de toda la ronda, él pareció entenderme a la perfección, y estuvimos en
perfecta sincronía.
Ni siquiera la velocidad de Abi ni la mente de Félix
pudieron detenernos. Por primera vez sentí lo que era estar vinculado con
alguien, volverme un solo ser en dos cuerpos separados, la absoluta confianza
de saber que, sin importar qué hiciera, él me iba a entender. ¿El resultado?
7-0, en probablemente la partida más veloz que hubiera tenido.
Una vez terminada, traté de regresar con Abi y con Félix,
pero Antonio me detuvo –Si vas con ellos, no te gustará el resultado. Dales
tiempo, para mañana ya lo habrán asimilado, y dirán que todo fue por mí, que yo
soy “claramente mucha pieza para ellos”- Su tono de voz, correspondía a alguien
que aparenta saber perfectamente qué está sucediendo, me irritó más de lo que
deseaba. Fue entonces cuando me di cuenta el dolor que deberían de estar
sintiendo Félix y Abi después de ser derrotados, y peor aún, derrotados así.
Más si en el equipo rival estaba yo.
Decidí no ir tras ellos, pero había algo que me causaba
conflicto. -¿Cómo hiciste eso? Sé todo sobre el vínculo, y no hay manera alguna
de que alguien, sin importar que tan hábil sea, pueda dividir su mente entre la
persona con la que está vinculada, su cuerpo, y otra persona, mucho menos
mientras practica algo que exige tanto como lo hace el Linkball. Y a menos de
que yo me comportara exactamente igual que Alma, cosa que veo poco probable, es
lo que acabas de hacer. ¿Qué fue eso?-
Sus ojos me miraron pesadamente, haciéndome sentir que me
estaban perforando. Durante unos segundos que parecieron eternos, no dijo nada.
Solamente me veía, atento.
No esperaba la respuesta que me dio: “Eso es porque Alma
y yo no estamos vinculados”
http://enriquegatica.blogspot.mx/2013/09/vinculo-perfecto-parte-16.html
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