Hoy no sé qué decir. El día no resultó ser cómo me lo
esperaba. Estoy un poco decepcionado.
Tenía muchas expectativas del día de hoy. Esperaba que
fuera el día en que destacara, que todos se dieran cuenta que yo tengo más
potencial que ninguno de ellos, que voy a crecer. Pero en lugar de ello, Flavio
me puso con uno de los peores de nosotros. Yo esperaba estar con Félix o con
Abigail, formar un equipo con potencial, pero en lugar de ello, me pone con
Joel. ¡Con Joel! Su argumento es que “sentía que los dos nos entenderíamos muy
bien”, pero no sé por qué pensó eso. En ningún momento sentí una buena relación
con él, a pesar de que aplastamos al equipo que se nos enfrentó.
A Abigail la pusieron con otra de las mujeres, Estefanía,
y de igual manera la vi contrariada, a pesar de la victoria, porque “Estefanía
no podía seguirle el paso”, aunque no la culpo. Realmente siento que será
difícil que ella consiga una pareja con quien vincularse, lo cual será una
lástima. Sería una gran competidora.
La sorpresa del día fue el equipo de Félix, al menos
entre nosotros. Igual que a Abi y a mí, Flavio le asignó a alguien sin
potencial aparente, un chico llamado Jonathan, como compañero. Para su
desgracia aparente, le tocó contra uno de los equipos ya vinculados que
entrenan aquí, aunque no eran Antonio y Alma, lo cual hacía todo menos grave.
Para sorpresa de todos, logró ganar dos rondas de 7. Y digo logró porque
Jonathan se dedicó a errar todas sus oportunidades, dejando prácticamente a
Félix solo contra un equipo vinculado. Aunque me dio mucho gusto, me hubiera
gustado ser yo el que brillara.
El resto de los enfrentamientos transcurrieron sin
ninguna cosa que fuera de llamar la atención, hasta que, casi al final, y como
plato fuerte, nos tocó ver a Antonio y Alma. Era la primera vez que los vería
tan de cerca, y pensaba aprender todo lo posible de ellos. Sin embargo, fue
bastante decepcionante, pues sus rivales no pudieron ni poner las manos ante
ellos. Antes nos habían dicho que no tendrían piedad de nosotros, hoy lo
comprobé. En total duró menos de diez minutos, y comparándolos con los cincuenta
de mi propia ronda, era demasiado rápido. Pero eran Antonio y Alma contra
dos desconocidos, imposible esperar otra
cosa.
Lo que más llamó mi atención fue la falta de alegría
mostrada por ellos dos. Ni siquiera parecía que lo estuvieran disfrutando, era
casi como rutinario para ellos. Siento que, aún si se volviera rutinario para
mí, nunca dejaría de disfrutarlo, pero ellos… no sé, ver a mis héroes así no me
agradó. Me dejó con un mal sabor de boca. Aún después de su exhibición, nos los
vi relajarse. Se veían molestos, como si no los hubieran humillado suficiente o
algo. Además, se fueron solos. No es que eso tenga nada de malo, pero es poco
común que personas vinculadas estén mucho tiempo separados, dado que resistir
mucho tiempo con dos cuerpos cuyos estímulos son completamente diferentes es
particularmente agotador, según tengo entendido , pero, una vez más, son
Antonio y Alma, difícil esperar menos de ellos.
No sé si me estoy quejando solo porque las cosas no hayan
salido como yo quería, o si realmente son cosas graves. Supongo que mañana, ya
con la cabeza más fría, podré pensarlo mejor.
Por lo pronto, descansaré. Mañana nos asignarán nuevos
equipos, y espero que esta vez no sea tan… decepcionante.
http://enriquegatica.blogspot.mx/2013/09/vinculo-perfecto-parte-5.html
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