Al principio, todo parecía perfecto. Yo me sentía su
salvador, éramos intocables, y empezábamos a acaparar los reflectores, primero
a nivel local, y finalmente, a nivel mundial. Estábamos en el cielo del
Linkball, no había nada superior a nosotros.
Pero no duró mucho. Pronto empezaron las entrevistas, los
eventos, y sobre todo, las críticas. Al principio hubo gente que dudaba de
nosotros, que creían que no llegaríamos lejos, que éramos una farsa. La
inexperiencia nos llevó a contestarles más de una vez, haciendo que algo
pequeño se volviera nuestro infierno personal. Yo trataba de resistir,
estoicamente, todos los ataques, pero ella no podía.
Teníamos que hacer todo juntos, cosa que molestaba a Alma
de vez en cuando. Eventualmente tuvimos que llegar a la misma condición que te
dije hace unos minutos: “Tú guía todo. Yo te sigo y apoyo”. La conocía lo
suficiente para saber qué pensaba y que haría, y funcionó muy bien. Fue ahí
cuando ella retomó el liderazgo, y cuando empezó a mostrar toda su
inconformidad. Aunque, por suerte, eso logró que todas las críticas callaran,
porque ahora, más que nunca antes, actuábamos como uno.
Fue hasta ese momento cuando me di cuenta de una variable
que no había considerado: Para ella, el vínculo era una parte esencial del
Linkball, y le hacía falta. En lugar de cumplir sueños, vincularse falsamente
conmigo los había destruido para siempre.
Trataba de ocultármelo, pero no podía. La conocía
demasiado bien, y sabía que significaban sus silencios, sus caras, sus enojos.
Fue solo cuestión de tiempo para que me lo dijera de frente. A partir de ahí,
todo fue cuesta abajo. Seguíamos ganando, seguíamos siendo exitosos, pero ya no
éramos felices. Yo era una carga para ella, la peor que tenía que soportar, y
su infelicidad era lo peor que me podía suceder. Pasé de ser su salvador, a ser
su verdugo, y ambos lo sabíamos..
El siguiente paso solamente podía ser desmentir la farsa
que le habíamos hecho creer al mundo. Pero eso significaba, muy probablemente,
dejar el Linkball, y esa renuncia era demasiado pedir para ella, así que
seguimos, a pesar del gran daño que nos estaba haciendo. Daño que nos afectaba
ya no sólo como jugadores de Linkball, sino como personas.
Llegó un día que Alma dejó de tolerarme, y empezó a buscar
entre ustedes a algún prospecto interesante, y sobre todo, lo suficientemente
hábil para vincularse con ella. Jamás me lo dijo, pero no era necesario.
Bastaba ver como miraba al resto de los que aquí entrenan para saberlo.
Yo tenía la esperanza de que nunca llegaría alguien tan
habil como ella, que se quedaría conmigo siempre, que se cansaría de buscar. Y
durante un tiempo, así pareció. Tuvimos un periodo de reconciliación, de
récords, y de paz. Pensé, tontamente, que una vez más me quería en su vida.
Pero llegaron ustedes dos, y el periodo de paz se terminó.
Debo aceptar que ambos me llamaron la atención desde el
primer día. Tenían algo que los demás no. Algo que los hacía diferentes al
resto, aún entre tantos, aún al principio. Y sobre todo, me recordaban mucho a
nosotros dos.
Ambos, en diferentes momentos, me han demostrado su
valía, y al mismo tiempo, han convencido a Alma de hacer lo que ya había
decidido: Dejarme. Aquí, la versión oficial es que Alma está lastimada. Donde
quiera que esté, la versión oficial es que yo estoy lastimado. Y sé que en
cuanto ella encuentre alguien, me dejará. Estas son, probablemente, mis últimas
semanas entrenando Linkball”
Escuché, atentamente y en silencio, mientras mi héroe se
convertía en humano.
http://enriquegatica.blogspot.mx/2013/09/vinculo-perfecto-parte-19.html
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